Muchas veces nos encontramos en un momento de nuestras vidas en el cual la tormenta parece no tener fin. Sin embargo es sabido que todo lo malo pasará.
Si, es algo cursi y trillado, pero es verdad. This shall pass, esto pasará.
Aun así es igualmente necesario saber que lo bueno también pasará...
Los altibajos de la vida, los giros del destino, el nombre que más guste, o sin nombre, pero todo pasará.
Lo importante es saber pasarlo, tener la capacidad de enfrentar lo malo y lo bueno por igual, como dos hermanos que se intercalan el uno al otro. Siempre he sido de los que creen en los puntos de vista, y sobre todo en la distancia necesaria para poder ver con claridad. El estar muy cerca de algo, nos limita la visibilidad, y no nos damos cuenta.
Es entonces que parece ser que todo está perdido...
Pero el lograr la distancia clarifica todo, claro que lograrlo no es sencillo.
Personalmente he pasado por muchas tormentas (y muchas mareas tenebrosas) pero de una manera u otra he salido a flote.
Las heridas se cierran, las cicatrices quedan. El cuerpo se marchita, el alma se machuca.
Pero lo importante es que sean recuerdos de vida y no marcas de guerra, en cada uno reside el poder de sobrellevar lo malo y lo bueno, los pro y los contra.
Salú.
