sábado, 15 de febrero de 2014

Serie de verano

Recientemente miré la serie Neon Genesis Evangelion, conocida como Evangelion.
Es una serie distópica, ubicada en el 2015, en un mundo que se ha recuperado de un cataclismo llamado “Segundo Impacto”, que destruyó el polo sur del planeta, inundando distintas partes del mismo. Al momento de la trama se han construido nuevas ciudades, por ejemplo Tokyo 3, donde se sitúa la acción de este animé.
Esta ciudad es construida sobre una fortaleza subterránea inmensa, lo que permite retraer los edificios centrales hacia el subsuelo, protegiéndolos de eventuales peligros.
En esta ciudad se encuentra la organización NERV, encargada de la construcción de unos robots biomecánicos gigantes llamados EVANGELION o Evas, los cuales se encargaran de proteger a la Tierra de unos monstruos inmensos, que según unos antiguos manuscritos llegaran a partir de ese año.
La verdadera atracción de esta serie comienza una vez que se presentan los personajes principales, cada uno con sus propios deseos, miedos, personalidad, traumas, etc.
A lo largo de los episodios cada personajes se va desarrollando en sus distintos ángulos, lo que hace la serie verdaderamente entretenida, y los secretos se van revelando poco a poco, teniendo que estar el espectador muy atento.
Es increíble como la acción, si bien es de una gran calidad, pasa a segundo plano en esta serie, teniendo mucho más peso la psicología individual de cada personaje.
En su época marcó un hito en la historia del animé, creando una especie de revolución, logrando mantenerse por dos años consecutivos en el puesto 1 de mejor animé de Grand Prix de la revista Animage.
Sus dos últimos episodios tuvieron gran controversia, generando así defensores y detractores del final de esta obra. Hideaki Anno, el creador y director, declaró que estaba feliz con el final, sin embargo para 1997 el estudio decidió hacer la película The end of Evangelion dándola como la finalización oficial de la serie.
Muchos hablan de la gran carga simbólica teológica que esta serie posee, lo cual es sin duda una realidad desde el mismo título de la serie, sin embargo el verdadero hilo va por el lado psicológico, realmente bien desarrollado. El mismo Anno ha confirmado que durante la serie comenzó a leer libros de psicoanálisis, razón por la que se cree que la serie se fue volviendo muy analítica sobre el final.
Anno fue depresivo clínico durante años y se cree que muchas de sus luces y sombras están plasmadas en los personajes, incluso se rumoreó de un posible intento de suicidio hacia el final de la serie del director.
En fin, mi conclusión es que es altamente disfrutable, no se deben mirar más de dos capítulos seguidos si no se quiere terminar con grandes dolores de cabeza y mirarla más de una vez para entender la trama y sus detalles.

Puntaje: 4 bochas y medias/5 bochas.

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