Los hijos de padres divorciados son muchos y de todo tipo, pero hay algo que es una realidad, todos somos presos de la guerra egoísta de dos personas decepcionadas una de la otra, que buscan dañarse mutuamente
Adivinen quienes son los rehenes?
Es así, los niños (o en algún caso adultos) quedan en un territorio de nadie, esquivando balas cruzadas, creciendo de golpe, escuchando blasfemias sobre cada uno de su otro padre de labios del otro.
Padres divorciados, que carajo tienen en la cabeza?!
En una estúpida batalla sin sentido pierden el sentido de la relación, dar vida a sus hijos, inocentes hasta que uds quieran.
A los hijos del divorcio, que todos en su cuota, grande o chica, son presos de la guerra,
Salú.
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