La verdad no tardó en salir a la luz, cuando el Jueves de la primer semana de clases, el tan temido Grado 2 apareció en mi clase.
Las manos literalmente temblaban en casi todos nosotros, y en lo personal mi frente se había transformado en el Mar Muerto (por la sal del sudor).
Las preguntas comenzaron, eran como disparos: todo el mundo se agachaba y trataba de esquivar, demos gracias al compañero J.M. Sin el seguramente nos habrían echado a todos de la sala.
Entre tantas preguntas creí ser capaz de responder una (que iluso), la respuesta parece haber sido mala, ya que me preguntó mi nombre, ante este reclamo del eminente profesor decidí contestar "Depende si contesté bien o mal", con mi mejor sonrisa.
No se si lo que vi a continuación fue real o creación de mi aterrada mente, pero lo cierto es que creí verlo sonreír, tan rápido como vi la expresión de humanidad ésta se borró.
"¡Su nombre!" Repitió.
Sin más me entregué a la derrota y deletreé mi nombre.
Aún estoy pensando si mi respuesta estuvo bien o mal...
Al temible grado 2, ladrón de la tranquilidad, pero formador de profesionales,
Salú
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| "¡Su nombre!" |

Jajaja para mi que le caíste genial! Y dijo tengo que escribir el nombre de este alumno tan brillante y elocuente jojo Grado dos , bastante bueno verdad? Seguí así que serás recordado por el resto de tus días...
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